Pasó de haber sido una inspiración para la novela Takedown, las locuras de Kevin Mitnick lo convirtieron en el hacker más famoso del planeta o incluso, como el más peligroso y más buscado por el FBI. En el año 1995 Mitnick fue detenido por el FBI, utilizaba el seudónimo “cóndor”, tras irrumpir en varios sistemas informáticos de empresas e instituciones del gobierno. Para ese entonces, no fue la única vez que enfrentó al sistema judicial, pues anterior a eso estuvo arrestado por hechos parecidos puesto que inició el mundo hacker en los años 80.
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“Nunca fui capaz de robar dinero. Y eso que hoy podría ser multimillonario y vivir el resto de mis días al sol del Caribe. Pero mi conciencia me lo impidió. Lo que me impulsaba a hacer lo que hacía era más bien la euforia del descubrimiento científico, el placer mental que se experimenta cuando se resuelve un difícil problema matemático”, aseguró Mitnick en una entrevista realizada por ElMundo.es en febrero de 2000.
Desde niño demostró tener estas habilidades, de acuerdo a investigaciones cuando Mitnick tenía 12 años logró revertir el sistema de transporte público de Los Ángeles y así poder viajar gratis. Asimismo, con el avance de la tecnología en los años 90 pasó de sistemas simples a las telecomunicaciones, incluso llegó a irrumpir en la compañía Motorola.
De acuerdo a otras declaraciones, Mitnick manifestó que su especialidad era copiar los ‘masters’ originales de los teléfonos móviles.
“Estaba fascinado por las telecomunicaciones y quería saber cómo funcionan por dentro. Incluso cuando robé centrales telefónicas enteras lo hice por divertirme y como un desafío intelectual, pero nunca para obtener un beneficio. Llegué a conseguir los números privados de las grandes estrellas de Hollywood, desde Bruce Springsteen a Madonna. Pude haber llamado incluso a Bill Clinton, pero no lo hice para no alertar a los servicios secretos”, reveló Mitnick.
Al ser capturado en 1995, él mismo se declaró culpable y duró cinco años tras las rejas, más otros dos años en libertad condicional. Un dato fuertemente revelador que dijo ‘Cóndor’ fue: “Las autoridades aprovecharon la ocasión para transformarme en el chivo expiatorio de todos los hackers de la Tierra. Y para autojustificarse, exageraron hasta lo inverosímil el daño que pude causar, que está muy por debajo de los cientos de millones de dólares que el Gobierno me imputa”.
A inicios de este nuevo siglo Kevin Mitnick pagó todo lo que debía a la justicia, incluso ha intentado regresar a la industria web como asesor de seguridad informática. Incluso, viajó a Colombia un par de veces pagado por ENTER.CO, en 2006 y en 2008.
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